Por: Diana Marcela Esquivel C.
Cód.: 2080501
situación de conflicto entre el gobierno y las diferentes fuerzas revolucionarias son la principal causa de desplazamiento en el país, ya que las zonas que presentan un mayor número de desplazados son las que han sufrido combates entre el Ejército, los paramilitares y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC).
En la mayoría de los casos los campesinos se ven obligados a escoger entre varias opciones:
- Abandonar su terreno y sus pertenencias para salvar su vida.
- Vincularse de manera obligatoria al grupo armado que realiza la toma.
- Convertirse en un secuestrado mas del país.
Este problema que se ha venido presentando por más de 30 años en Colombia, trae consigo diferentes complicaciones que afectan a toda la sociedad, entre ellos la sobrepoblación de las ciudades, pues estas son el principal punto de llegada de los desplazados.
Acción Social, la agencia presidencial de ayuda humanitaria, estima que el número de desplazados es de casi 2 millones.
Por su parte, la Consultoría para los Derechos Humanos y Desplazamiento (CODHES), asegura que la cifra de los desplazados en Colombia supera los 3.8 millones de personas y aunque se están llevando a cabo diferentes procesos de reubicación y de mejoramiento de la calidad de vida del desplazado, nunca se ha logrado satisfacer el 100% de los casos.
La mayoría de los desplazados son campesinos que se sostiene gracias al cultivo de sus productos. Al tener que abandonar sus tierras y viviendas son obligados a empezar de nuevo en una ciudad donde las oportunidades de trabajo para este gremio son muy pocas, por no decir que mínimas.
Es por eso que en las diferentes ciudades encontramos situaciones donde la mala alimentación o la f
alta de una vivienda obliga al desplazado a mendigar, lo que provoca un incremento considerable en los casos de indigencia en el país y por consiguiente un aumento en las estadísticas de pobreza. Según los cálculos de la pastoral social “la cifra de pobreza e indigencia aumenta cada día, pues de 2 millones de desplazados que tiene el país, más de 700 mil de ellos caen en indigencia. Además, si un desplazado logra conseguir un empleo, gana la mitad de lo que ganaba en sus municipios de origen.”
Según encuestas realizadas por las entidades competentes, se estima que “La principal necesidad identificada por la población en situación de desplazamiento consiste en tener un empleo y medios para trabajar (31.5%), seguida por vivienda y dotación —camas y utensilios de cocina con un 30.9%—. Esta información muestra como la mayoría de la población afectada permanece en condiciones de emergencia, en algunos casos crónica, sin que se logren superar las condiciones de extrema vulnerabilidad, no obstante el paso del tiempo e incluso de las ayudas proporcionadas. Un segundo bloque de necesidades priorizadas tiene que ver con la salud física y mental, el suministro de medicamentos (17.2% de los casos), y la educación de los hijos e hijas (13.6% de los casos).” (Desafíos para construir la nación, 1995 – 2005, pág. 6)
A esto se le suma los malos manejos por parte del gobierno o las entidades administrativas encargadas del tema, pues los dineros y ayudas destinadas para tal fin, muchas veces son invertidos en otras cosas.
Un caso en partic
ular es la adquisición de armamento o ayudas para la guerra, pues Según la investigación realizada por CODHES en septiembre de 2003, “la guerra le costó al país cada día 11’559.981 dólares. Esto equivale a: Sólo en el aspecto económico que es cuantificable (nunca se puede calcular el costo en vidas humanas, destrucción del tejido social, democracia, etc.), 4 Mil 171 millones 205 mil 397 dólares anuales. Esta cifra es en promedio lo que el país gasta al año para mantener este conflicto armado”, mientras que los datos que registró Acción Social en ese mismo año sobre “la inversión que se hizo a planes que beneficiaran a los desplazados fue de 127.735 millones de pesos” (Hechos y Avances en atención a la Población Desplazada, 2003, pág. 1).
Todo esto es porque nuestros dirigentes piensan que de esta forma se puede recuperar el territorio perdido, se llegaría a la igualdad de derechos y por consiguiente a la paz que tanto anhela el pueblo colombiano. Esto no es cierto, puesto que la guerra no se arregla con más guerra, por el contrario, se debe llegar a un acuerdo en común que beneficien a ambos bandos, con el fin de buscar un mejor desarrollo social y económico para el país.
Otra consecuencia que perjudica enormemente la economía se da en que las tierras que son arrebatadas, a pesar de que son fértiles para el cultivo de diferentes alimentos, no son utilizadas para tales fines, lo que provoca un incremento en las ventas de los productos y por ende un desarrollo lento de la agricultura.
Con todo esto podemos concluir que los desplazados son uno de los grupos más vulnerables del país y en el cual existe poca inversión y preocupación por mejorar su calidad de vida y sobretodo hacer valer los derechos que tiene como seres humanos.
Bibliografía
INFORME CODHES Y PASTORAL SOCIAL, Conclusiones problemática del desplazamiento forzado en Colombia, entre 1995 y 2005
http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/4046.pdf
http://indh.pnud.org.co/files/rec/sgjstCodhes_armas.pdf
http://www.nidodelgufo.org/site.php?lang=italiano§ion=viewnews&id=204
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